La leche frita es un postre deliciosos muy típico de España. Prepararla, además de rápido, no tiene ninguna complicación y verás qué cremosa queda. Con pocos ingredientes y muy básicos, obtienes un postre perfecto que gustará mucho a los más pequeños. Puedes prepararla el día anterior, y pasarla por azúcar justo antes de servir, porque es un postre que se come frío. Esta Semana Santa es una fecha perfecta para que la prepares y sorprendas a familiares y amigos.

 

Ingredientes

1.- Con la ayuda de un pelador, corta unas pieles de naranja y de limón.

2.- Aparta aproximadamente un vaso de la leche y reserva. Vierte el resto de la leche en un cazo. Añade las pieles de limón y naranja, la ramita de canela, y el azúcar. Lleva el cazo al fuego. Baja el fuego cuando veas que la leche empieza a hervir y deja el cazo en el fuego 10 minutos para que la leche tome todos los sabores. Deja que hierva muy despacito. Pasados 10 minutos, retira el cazo del fuego.

3.- Añade la maicena a la leche que habías reservado y remueve hasta que quede bien disuelta. Incorpora la vainilla.

5.- Vierte la mezcla en una bandeja de plástico para que se enfríe y cúbrela con un film de cocina para evitar que se haga costra. Deja que se enfríe por completo. Primero a temperatura ambiente y, después, en el frigorífico durante toda la noche.

6.- Corta las porciones del tamaño que quieras con un cuchillo y, con mucho cuidado, ve sacándolas de la bandeja.

7.- Reboza la leche frita. Prepara un plato con harina y otro con huevos batidos.

8.- Fríe la leche frita. Calienta abundante aceite en una sartén. Pasa los trozos de leche frita primero por harina, y luego por huevo batido. Deja la leche frita en la sartén cuando el aceite esté bien caliente. Ve dándoles la vuelta hasta que se dore por todas las caras y retíralas a un plato con papel absorbente.

9.- Reboza con un poco de azúcar. Justo antes de servir, retira el exceso de aceite con una servilleta y pasa cada porción por azúcar.

 

Foto y receta cedida por @enreaenmicocina