Hace poco os contábamos que, tal y como afirmaba la ciencia, la dieta mediterránea era la opción ideal para las embarazadas. Y es que, de acuerdo a este estudio, esta dieta, rica en frutas, verduras, hortalizas, legumbres o cereales, entre otros, es perfecta porque garantiza el equilibrio nutricional tanto durante como después de la gestación.
En este estudio también especificaban el aceite de oliva virgen extra como parte imprescindible de la dieta mediterránea y, por si esta razón no era suficiente, ahora otro estudio sigue avalando los beneficios de tomar ‘oro líquido’ en el embarazo.
En concreto, nos referimos a un estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y publicado en la revista médica Journal of Clinical Medicine. El mismo revela que seguir una dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra y suplementada con pistachos durante el embarazo, se asocia a un menor ingreso hospitalario de los niños durante sus dos primeros años de vida. Además, también ha demostrado que este consumo reduce un 30% la posibilidad de desarrollar diabetes gestacional.
Los investigadores se marcaron dos metas para llevarlo a cabo: por un lado pretendían evaluar la incidencia de asma, dermatitis atópica, alergias alimentarias e ingresos en niños de dos años y, por otro, analizar las tasas de ingresos que incluyesen otras enfermedades que necesitasen medicación más fuerte. Se trata, tal y como afirma el doctor Alfonso Calle Pascual, coordinador del estudio, del primer informe controlado que analiza esto: “se trata del primer estudio que analiza la intervención nutricional en el embarazo sobre la salud de la descendencia”, apunta.
Los resultados de este estudio tendrían mucho que ver con los cambios inmunitarios que se producen en la mujer que se queda embarazada. Los mismos podrían verse afectados por la dieta de la madre y mejorar la salud a largo plazo tanto de ella como de la descendencia. “El aceite de oliva virgen extra, rico en componentes fenólicos, se asocia a un mejor perfil antiinflamatorio, inmunomodulador y de microbiota”, explica el doctor Calle Pascual.
Menos ingresos hospitalarios
Como adelantábamos, el consumo de aceite de oliva virgen extra incluido en la dieta mediterránea en el embarazo disminuye los ingresos hospitalarios de los niños. En concreto, disminuyen los ingresos relacionados con asma y broquiolitis: “especialmente en hijos de mujeres que tenían un índice de masa corporal pregestacional sin sobrepeso y tolerancia a la glucosa normal”, afirma el coordinador.
Los resultados todavía no han terminado
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores siguieron el control a 703 niños descendientes de mujeres que habían decidido participar durante su embarazo y que hicieron un seguimiento posparto entre 2017 y 2018. A una parte de esas mujeres se les recomendó una dieta suplementada con aceite de oliva virgen extra y pistachos, mientras que a la otra solo se les indicó reducir la ingesta de todo tipo de grasas.
Pese a que los primeros resultados ya están listos y son bastante alicientes, los pequeños tendrán que seguir un control hasta los cinco años de edad; tiempo en el que pretenden controlar su cantidad de grasa central e intentar determinar un menor grado de algunos tipos de enfermedades autoinmunes e inflamatorias (algo casi seguro, de acuerdo a las palabras de Calle Pascual).
Gracias ,hay que controlar la diabetes gestacional!!